Un grupo de científicos liderados por Roland Geyer, de la Universidad de California en Santa Bárbara (EE.UU.), quienes calcularon por primera vez la cantidad de este material (plástico) generada en el planeta desde los inicios de su producción industrial. Indican que el hombre en los últimos 65 años a producido plástico equivalente a 8.300 millones de toneladas, para ponerlo mas fácil y en otra perspectiva sería el peso del Empire State (331 000 toneladas) pero multiplicados por 25 000. Lo escalofriante de esta cifra es que más de la mitad de dicha cantidad se produjo en los últimos 13 años.
Una de los grandes conflictos del plástico es que están diseñados para durar mucho tiempo y la gran mayoría de los productos fabricados de este material tienen una vida útil muy corta y suelen ser desechados con facilidad y es precisamente donde estas dos características se unen y crean una disyuntiva que al no elegir correctamente y a la brevedad posible nos representaría un riesgo como especie.
Ningún tipo de plástico es biodegradable, al menos no los de uso común, sus mismas cualidades de resistencia para que fueron creados hacen que algunos de ellos pueden tardar cientos de años en biodegradarse y terminen en el mar, creado grandes cúmulos de basura plástica la misma que es atraída a ciertas áreas del océano donde los vientos crean corrientes circulares, conocidas como giros, que absorben cualquier residuo flotante.
Hay cinco giros en todo el mundo, pero el más conocido probablemente es el giro del Pacífico Norte.
Se estima que los desechos tardan unos seis años en llegar al centro del giro del Pacífico Norte desde la costa de EE.UU. y alrededor de un año desde Japón.
Están formados por pequeños fragmentos de plástico, que parecen colgar suspendidos debajo de la superficie, un fenómeno descrito como sopa de plástico.
Por este y por otros motivos algunos países incluidos Ecuador están considerando medidas para reducir el consumo de plástico y existen ahora mismo un sin número de propuestas para logarlo, pero aún mas importante de toda esta tendencia global radica en nuestro consumo responsable y responde a una elección de productos y servicios en base a su calidad y precio, a su impacto ambiental y social y a la conducta de las empresas que los elaboran y/o proporcionan, teniendo en cuenta que debemos priorizar productos con menor impacto ambiental y reducir el consumo de los recursos naturales más limitados, asumiendo y defendiendo solidariamente la vida en la Pacha Mama.
Fuentes: BBC News, Comunidad por el Clima.
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